Just Dance

En mi adolescencia aprendí a refugiarme en la música de los momentos más difíciles. Había instantes que llegaba a topar fondo por el dolor, pero aprendí a resurgir de esos momentos mediante potentes melodías del nuevo metal. El siguiente paso fue disfrutar de toda clase de ritmos que me lleven a danzar y olvidarme de todo… simplemente bailar. Estos días el más profundo deseo de mi Troll ha dominado mis pensamientos; anhelando ese sueño tan difícil de cumplirse. No he podido dejar de desear las fantasías de mi Troll, no encuentro forma… necesito relajarme, volver a los métodos de mis raíces, y simplemente bailar como loco hasta que el cuerpo aguante… o hasta el amanecer, lo que llegue primero. Así quizás recupere la sensatez de vivir el día a día con pasión, en vez de ocupar mi mente en ideales que se escapan de mis manos.